El cerebro y su desarrollo a través de la historia

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He decidido dedicar este artículo a una de mis mayores pasiones a nivel profesional, el estudio del cerebro humano. Aunque el tema es amplio, profundo y aún demanda mucho por descifrar, he buscado resumir diversos temas que nos ayudarán a entender no solo los procesos del comportamiento de compra en un determinado contexto de consumo (Neurociencia del consumidor) sino conocer una breve línea de tiempo sobre diferentes hitos importantes en el proceso de estudio del órgano más complejo del ser humano.

Para este análisis me he apoyado en diferentes referentes teóricos siendo la Dra. Inmaculada Pereda Pérez mi principal apoyo gracias a su libro titulado “El mapa del cerebro – Un paseo anatómico por la máquina de pensar” una obra que bajo la editorial Bonalletra Alcompas reúne diversos temas como lo son: la corteza cerebral, hemisferios cerebrales, lóbulos, estructuras corticales y subcorticales entre otras. Por otra parte, utilizaré los modelos anatómicos del cerebro de la colección El Cuerpo Humano de las colecciones de El Tiempo para hacerlo más interactivo y práctico ¿Están listos para emprender este viaje? ¡Bienvenidos a la máquina del tiempo! 🚀

Para poder comprender bien el cerebro se hace necesario deshacernos de algunos mitos, que de alguna forma, nos han hecho tener una imagen desdibujada del procesamiento que realiza este maravilloso órgano. Uno de ellos es el que supone que un ser humano solo utiliza el 10% del cerebro, bueno, esto en definitiva es falso ya que como señala el Instituto de Neurociencias Aplicadas (INA, 2022) la realidad es que lo usamos todo, incluso cuando no estamos haciendo nada. Gracias a las técnicas de neuroimagen se ha podido conocer el funcionamiento del cerebro a partir de la interacción con el ambiente. Otro mito muy popularizado es el de la lateralización y es que se nos ha comentado de diferentes maneras y en muchas oportunidades que de acuerdo al uso concurrido de algunos de los dos hemisferios (derecho o izquierdo) se podría considerar que la persona podría ser más creativa o analítica, esto es tan solo un mito ya que como comenta (Pérez, 2018) debemos visualizar los hemisferios cerebrales como dos grandes ordenadores que trabajan en sus competencias específicas y que se comunican entre sí por medio de su cableado o cuerpo calloso complementando la información que recibe cada uno.

Si alguna vez habías caído en estos mitos quiero decirte que es normal, ya que simplemente no cuestionamos ni tenemos la información de primera mano. Ahora que lo sabemos debes convertirte en un embajador del conocimiento para enseñar a otros lo potente que es el cerebro y nuestra mente.

Iniciamos nuestro viaje conociendo el cerebro y las estructuras óseas que tenían nuestros antepasados. Los orígenes del encéfalo se remontan a hace unos mil millones de años con la aparición de los primeros organismos pluricelulares. Según indica la literatura, comenzó a aumentar considerablemente de tamaño a partir del Australopithecus africanus, el cual tenía un cráneo con un volumen de 500 centímetros cúbicos. (Pérez, 2018) Para comprender mejor este proceso histórico nos apoyaremos del fascículo 2 de la colección de El Tiempo para ver en 4 imágenes el avance fisiológico del cerebro y sus grandes diferencias.

Australopithecus

Las distintas especies de este género vivieron entre tres y cuatro millones de años. Tenían una capacidad craneal pequeña (450 cms cúbicos, su cerebro era una tercera parte del nuestro) y una cara marcadamente prominente, sin frente y con una gran mandíbula.  

Homo Habilis

Esta especie es la primera perteneciente al mismo género que nosotros (Homo). Su capacidad craneal era de unos 600 cms cúbicos. Apareció hace 2.5 millones de años y tenía un cráneo más redondeado y unos dientes mayores que en especies anteriores.

Homo Erectus

Apareció hace unos 1.8 millones de años y tenía una capacidad craneal de 800-1.100 cms cúbicos. En su cráneo se puede ver una frente más pronunciada y unos dientes más pequeños.

Homo Sapiens

Nuestra especie tiene una capacidad craneal enorme comparada con las especies anteriores: entre 1.100 y 1.700 cms cúbicos. Posee también una barbilla desarrollada, una frente alta y unos dientes adaptados para comer tanto carne como fruta y verdura.

Después de conocer el cerebro y las estructuras craneales de nuestros antepasados nos damos cuenta que ha existido un avance no solo en relación al tamaño de la masa encefálica sino también en procesos de lenguaje y comportamiento. En el afán por conocer más a fondo este maravilloso órgano muchos científicos e investigadores de diferentes países han sido reconocidos por haber emprendido una serie de estudios sobre el cerebro. Todo inicia desde la antigua Grecia (siglo XII – Año 1200 a.c) en donde se fueron configurando dos teorías enfrentadas, por un lado, la cardio-céntrica y por otro la cerebro-céntrica.  Desde la postura cardio-céntrica se encontraba Aristóteles y los estoicos, en donde afirmaban que la materia de la vida y del espíritu llamado pneuma se gestaba gracias al calor de la sangre, para ellos el cerebro era simplemente un órgano que enfriaba el cuerpo (autorregulación térmica). Diferentes culturas realizaron sacrificios desangrando animales, pensando que así liberarían su alma.

Todo esto finalizó con el descubrimiento de la circulación de la sangre en el siglo XVII gracias a Giovanni Alfonso Borelli (1608 – 1679) (León, 2018) Por otra parte, estaban los cerebro-céntricos liderados por Hipócrates y los pitagóricos quienes afirmaban que todos los órganos de los sentidos están conectados con el cerebro. En otras palabras, como menciona Carme Espinosa Diaz en el portal sobre salud y ciencia de la Universitat Oberta de Catalunya «Los hombres deberían saber que del cerebro y nada más que del cerebro vienen las alegrías, el placer, la risa, el ocio, las penas, el dolor, el abatimiento y las lamentaciones» Como bien auguraba Hipócrates, gracias al cerebro podemos razonar, experimentar sentimientos y emociones. En definitiva, todo lo que somos ocurre en el cerebro. (Díaz, 2019).

Después de este viaje por la antigua Grecia podemos notar que el cerebro en sus inicios era visto de manera diferente desde distintas posturas filosóficas hasta que llegaron otras posturas desde la medicina, la física, la matemática entre otras ciencias y todo empezó a configurarse de manera diferente. Esto nos demuestra que el punto de partida para conocer el cerebro desde siempre ha sido un constante experimentar y contrarrestar teorías para llegar al método que permitiría configurar lo que hoy conocemos como válido ante la ciencia.

Dando un gran salto de más de un siglo nos posicionamos en una línea de tiempo que inicia desde el año 1800 con el nacimiento de la frenología, una teoría diseñada por el neuroanatomista Franz Joseph Gall y George Combe quienes creían que el cerebro estaba formado por numerosos órganos, cada uno de ellos vinculado a una facultad, como la benevolencia o incluso el deseo sexual (Nuño, 2021). A pesar de que esta teoría generó gran interés en diferentes países especialmente en Estados Unidos tuvo grandes limitantes en donde tiempo más tarde en los años 1824 y 1848, bajo los aportes de Paul Pierre Broca y Carl Wernicke, evolucionaría desde el concepto de la localización del lenguaje en la corteza cerebral. De esta manera se sentarían las bases de una nueva disciplina clínica, la neuropsicología. Tiempo después, en 1870, dos alemanes Gustav Fritsch y Eduard Hitzig presentaron un experimento que demostraba que la corteza era el centro para la inervación de los músculos periféricos del lado opuesto del cuerpo y que estos músculos eran representados en este centro de forma somatotópica 1-3. (Sebastián Buratti, 2010) 

Este estudio se dio en parte en los hospitales de campaña en donde observaron que cuando limpiaban determinadas zonas del cerebro expuestas al exterior en los soldados heridos se producían ocasionalmente contracciones en la mitad opuesta de su cuerpo. Llevaron a cabo entonces un estudio controlado sobre la estimulación eléctrica de la corteza cerebral de los perros y corroboraron su hipótesis: advirtieron que, al estimular la corteza cerebral de los perros, se provocaban una serie de movimientos involuntarios colaterales. Se percataron también de que la estimulación de áreas específicas de la corteza suscitaba la activación de determinados músculos. Con estos hallazgos daban un paso intuitivamente importante hacia el primer mapa cortical. No obstante, hubo que esperar a 1909 para descubrir la obra del auténtico pionero de la cartografía cerebral, el neurólogo alemán Korbinian Brodmann (1868 – 1918), que publicó una división sistemática de la corteza cerebral humana en 43 zonas (las denominadas áreas de Brodmann) (Pérez I. P., 2018)

Para 1906 el médico y científico Santiago Ramón y Cajal había recibido el premio nobel en fisiología y medicina gracias a los estudios de la estructura del sistema nervioso central y las neuronas. Tiempo después, siguiendo esta línea de aportaciones sobre el SNC, Charles Scott Sherrington neurofisiólogo inglés recibió en 1932 el premio Nobel en medicina gracias a sus contribuciones en relación al funcionamiento del sistema nervioso desde el punto de vista de la neurona y las sinopsis.

En 1947 después de haber finalizado la segunda guerra mundial el neuropsicólogo ruso Aleksander Romanovich Lúriya documentó una obra titulada “La rehabilitación de las funciones después del trauma de la guerra”. Aleksander intuía un funcionamiento cerebral más dinámico. Tal era el interés en las repercusiones de las lesiones cerebrales que estudió concienzudamente en una gran variedad de soldados heridos durante la segunda guerra mundial. Ante cada lesión encefálica, observaba los procesos que quedaban intactos y los que resultaban dañados. Este método de estudio lo llevó a concluir que el encéfalo trabaja como un sistema funcional complejo, cuyas capacidades no se hayan aisladas en partes concretas de la corteza cerebral, sino que comprometen a regiones separadas pero interconectadas. La relación que se establece entre el pensamiento y el lenguaje, dos procesos independientes pero que van íntimamente unidos. (Pérez I. P., 2018)

En 1961 el médico Michael Gazzniga propone la teoría del cerebro dividido, la cual consistió en analizar como los hemisferios cerebrales estaban interconectados y captaban la información del ambiente de forma inversa. Quiere decir que una persona percibe un objeto situado al lado derecho gracias al hemisferio izquierdo y un objeto situado en el lado izquierdo gracias al hemisferio derecho. Este aporte significó mucho ya que en los años 40´s se habían empezado a realizar collosotomías como alternativa para contrarrestar diferentes patologías que alteraban el cerebro y generaba convulsiones.

Luego de esto nos encontramos con David Hubel quien según (Universitas Miguel Hernández, 2022) junto con su colega Torsten Wiesel y Roger Wolcott emprendió en 1958 una serie de investigaciones que tenían como objetivo llegar a comprender el mecanismo de la percepción visual en el nivel cortical, utilizando microelectrodos y técnicas químicas modernas para detectar y analizar la actividad de las neuronas de la región del cerebro llamada corteza o córtex visual (concretamente, el área 17 del córtex visual), compuesta por millones de neuronas encargadas de procesar las imágenes recibidas a través de la retina y el nervio óptico. David Hubel y Torsten Wiesel fueron laureados en 1981 con el Premio Nobel de Medicina (compartido con el neurobiólogo estadounidense Roger Wolcott Sperry) por sus descubrimientos sobre el tratamiento de la información en el córtex visual.

Para 1990 una nueva teoría sobre la evolución del cerebro se propuso en la voz del Dr. estadounidense Paul D Maclean quien según el portal (Gallardo, 2018) planteó una estructura cerebral dividida en tres sistemas cerebrales (comúnmente conocidos como los tres cerebros) interconectados entre ellos, definió cada estructura y creo la conocida teoría del cerebro triúnico o cerebro triuno. Dichos sistemas se dividen de la siguiente manera: cerebro reptiliano, cerebro límbico o emocional, cerebro racional o neocórtex. Esta teoría según (Carrillo, 2019) poseía demasiadas incongruencias en sus planteamientos por lo cual ha sido invalidada por la comunidad científica.

Tiempo después, en 1994 António Damásio gracias a sus investigaciones generó grandes aportaciones en el campo de las neurociencias en temas relacionados con la hipótesis del marcador somático y la neurobiología de las decisiones. Lo que lo lleva a recibir, en el 2005, el premio Príncipe de Asturias por sus aportes en la comprensión del cerebro. (Vasco, 2011)

Finalmente, para concluir este viaje por el mundo del cerebro humano, llegamos a la teoría planteada en el 2002 por el Dr. Daniel Kahneman quien gracias a su libro Pensar rápido, pensar despacio escrito con su amigo y colega Amos Taversky le otorgan un premio nobel de economía por sus descubrimientos sobre los procesos de toma de decisiones en donde estaría el estudio de las heurísticas entre otros temas fascinantes. Si quieres conocer un poco más sobre su obra te invito a dar click aquí en el artículo titulado “El cerebro triuno vs los sistemas 1 y 2”

Después de haber emprendido viaje por la historia es claro que estas aportaciones entre muchas más han permitido conocer lo maravilloso que es el cerebro. Aún con todas estas investigaciones el cerebro sigue y seguirá siendo motivo de estudio, ya que constantemente el ambiente, la tecnología entre muchos más contextos con que interactúan los seres humanos cambia constantemente. Espero que te haya gustado y resultado fácil de comprender como nuestro cerebro ha venido siendo descubierto por la ciencia.

Para concluir y en agradecimiento por haber leído el artículo quiero regalarte una pequeña infografía para resumir la línea de tiempo que juntos acabamos de recorrer.

¿Cuál consideras que fue el mayor aporte en la historia del cerebro? ¿Qué persona consideras que debería ganar otro premio por sus grandes aportaciones? Te leo en los comentarios. 🔽

Bibliografía

Carrillo, A. (29 de 01 de 2019). La teoría del cerebro triuno de MacLean: qué es y qué propone. Obtenido de Psicología y mente: https://psicologiaymente.com/neurociencias/teoria-cerebro-triuno-maclean

Díaz, C. E. (25 de 04 de 2019). Universitat Oberta de Catalunya. Obtenido de Salud con Ciencia: https://blogs.uoc.edu/cienciasdelasalud/es/como-es-el-cerebro/

Gallardo, C. P. (06 de 11 de 2018). La teoría del cerebro triuno de Maclean. Obtenido de Psicología Online: https://www.psicologia-online.com/la-teoria-del-cerebro-triuno-de-maclean-4194.html

INA. (25 de 07 de 2022). ¿Solo usamos el 10% de nuestro cerebro? Obtenido de Neurociencias Aplicadas: https://www.neurocienciasaplicadas.org/post/solo-usamos-el-10-de-nuestro-cerebro

León, I. G. (2018). Bases Neurocientíficas del Neuromarketing. España. Obtenido de UNIR.

Nuño, A. (22 de 03 de 2021). El origen de la fronología: la pseudociencia más absurda que ha existido. Obtenido de El confidencial: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2021-03-22/frenologia-la-pseudociencia-mas-absurda-que-ha existido_2995160/#:~:text=La%20frenolog%C3%ADa%20fue%20desarrollada%20en,o%20incluso%20el%20deseo%20sexual.

Pérez, I. P. (2018). El Mapa del Cerebro – Un paseo anatómico por la máquina de pensar. España: Bonalletra, Alcompas, S.L.

Sebastián Buratti, H. B. (08 de 2010). Asociación Argentina de Neurocirugía. Obtenido de Algunas consideraciones acerca de la historia de la estimulación cortical: https://aanc.org.ar/ranc/items/show/297#:~:text=En%201870%20dos%20berlineses%20Theodor,de%20forma%20somatot%C3%B3pica%201%2D3

Universitas Miguel Hernández. (14 de 02 de 2022). Unidad de Protocolo. Obtenido de Universitas Miguel Hernández: https://protocolo.umh.es/2022/02/14/david-hunter-hubel/

Vasco, M. M. (2011). Sentimientos: encuentro entre la neurobiología y la ética según Antonio Damasio. Revista colombiana de bioética, 182.

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5 comentarios en “El cerebro y su desarrollo a través de la historia”

  1. considero que un aporte muy importante es la obra de Romanovich lúriya, pues después de los traumas de guerra las repercusiones y la forma como el cerebro asume las funciones de áreas afectadas, haciendo entender que esté trabaja en coordinación con cada zona en unidad.
    Un científico también para ser tenido en cuenta es Rodolfo Llinás destacado por sus aportes en neurociencia.

    1. Profe felicitaciones por ese articulo tan interesante, ya que es importante recordar lo valioso que es el cerebro porque es el que nos hace pensar, sentir, desear y actuar. Es genial recordar los autores que hicieron esos aportes tan significativos al estudio del cerebro. Me encanta las imágenes estan muy apropiadas para el escrito.

  2. considero que un aporte muy importante es la obra de Romanovich lúriya, pues después de los traumas de guerra las repercusiones y la forma como el cerebro asume las funciones de áreas afectadas, haciendo entender que esté trabaja en coordinación con cada zona en unidad.

    Un científico también para ser tenido en cuenta es Rodolfo Llinás destacado por sus aportes en neurociencia.

  3. NORMA LILIANA ARIAS

    Excelente artículo, muy claro, preciso y valioso ya que nos permite conocer mas de cerca el Cebrero, y como se plantea en el encabezado del escrito, aún demanda mucho por descifrar.
    Gracias por compartirlo.

    1. Hola Norma que gusto verte por aquí. Me alegra mucho que te haya gustado el artículo y te haya sido de utilidad. En relación a tu comentario, tienes razón, en efecto aún demanda mucho estudio. Te invito a que sigas conectada con los contenidos. Saludos y mil bendiciones.

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